Síguenos
El reinado de los ornitópodos de Teruel, los dinosaurios que cobran nuevo protagonismo El reinado de los ornitópodos de Teruel, los dinosaurios que cobran nuevo protagonismo

El reinado de los ornitópodos de Teruel, los dinosaurios que cobran nuevo protagonismo

Hallazgos de la Fundación Dinópolis revelan su importancia en los ecosistemas del Mesozoico
banner click 236 banner 236

Este 2025 va a ser el año de los dinosaurios ornitópodos de la provincia de Teruel dos siglos después de que el británico Gideon Mantell describiese el género Iguanodon. Los hallazgos por parte de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis se suceden y están siendo objeto de diferentes publicaciones científicas, así como de nuevas reconstrucciones del aspecto real que tenían en vida estos animales. El valor de estos descubrimientos ha vuelto a suscitar el interés de la revista National Geographic un año después de que otro dinosaurio turolense, Turiasaurus, protagonizara la portada del mes de septiembre de 2024.

Ahora ha sido en el número de octubre cuando la prestigiosa revista de divulgación se ha fijado en otro de los grupos de dinosaurios icónicos que existen en el registro turolense y en el mundial, los ornitópodos. Sobresale entre ellos el género Iguanodon, del que la provincia de Teruel es el único lugar del mundo que ha aportado una nueva especie aparte de bernissartensis, denominada galvensis y descrita por primera vez hace una década por los paleontólogos de la Fundación Dinópolis.

Las publicaciones científicas de los investigadores de la Fundación Dinópolis se suceden y los ornitópodos han pasado a constituir uno de los grupos de vertebrados de la era de los dinosaurios con mejores registros en la provincia, junto con los saurópodos y estegosáuridos que destacaban hasta ahora, tanto en el Cretácico como en el Jurásico.

Las aportaciones hechas en el último congreso anual de la Sociedad Española de Paleontología así lo evidencian, así como las que publicaron el mes pasado en la revista científica Rivista Italiana di Paleontologia e Stratigrafia. En ellas se constata, entre otras cuestiones, la gran diversidad de ornitópodos jurásicos en los ecosistemas costeros del este de Iberia. Y a ellos se suman, además, los trabajos de excavación en Cabra de Mora del Iguanodon más antiguo del registro geológico mundial.

Hace dos años, la institución científica turolense describió un nuevo género de ornitópodo, aunque no vivió en el Cretácico como Iguanodon sino en el Jurásico Superior, y fue bautizado con el sugerente nombre de Oblitosaurus bunnueli en honor a Luis Buñuel.

A principios de este año la Fundación Dinópolis presentó la reconstrucción de este otro ornitópodo, más antiguo que Iguanodon, y que puede verse en las instalaciones del parque paleontológico turolense. Dar forma a cómo eran en vida estos animales cierra todo el proceso de trabajo de los paleontólogos, que comienza con la excavación de los fósiles, sigue con su restauración y estudio y culmina con su publicación científica.

A partir de ahí, los fósiles en manos de los científicos cobran vida y mediante un riguroso proceso dan forma a su aspecto real. Es lo que ha permitido las reconstrucciones que se exhiben en Tierra Magna, uno de los espacios del parque paleontológico Dinópolis donde se exhiben los dinosaurios cuyos fósiles han sido hallados en la provincia, la mayoría de ellos descritos como nuevos géneros y especies dentro del registro mundial.

Hace un año, una ilustración de Raúl Martín de una manada de turiasaurios se convertía en una de las portadas icónicas de National Geographic en su edición española. Junto al reportaje sobre el gigante de Riodeva, en sus páginas interiores aparecía otro artículo de la edición internacional que trataba sobre la reconstrucción de un gran dinosaurio saurópodo hallado en Estados Unidos que se iba a exponer en el Museo de Historia Natural del condado de Los Ángeles.
 

Algunos de los fósiles de ornitópodos estudiados en el último trabajo de la FCPTD


Este mes de octubre, National Geographic ha hecho lo mismo para mostrar cómo se reconstruye un dinosaurio, pero con su aspecto en vida, con genio y talento turolense, puesto que detalla el proceso que los paleontólogos de la Fundación Dinópolis siguen para la reconstrucción no ya solo del esqueleto de estos gigantes, sino también de cómo era su apariencia.

Es de lo que trata el reportaje Iguanodon. Una aventura científica con 200 años de historia, cuyo texto es de Gonçalo Pereira Rosa y las fotografías de Javier Lobón Rovira. La publicación sigue el proceso de reconstrucción de este dinosaurio, en concreto la especie característica de Teruel que se denomina galvensis, y la sitúa en el contexto histórico de que hace dos siglos Gideon Mantell describió por primera vez el género Iguanodon en el Reino Unido.

Principios del siglo XIX

Aquel hito se produjo a principios de 1825, un año después de que William Buckland publicara los fósiles del primer dinosaurio conocido, al que bautizó con el nombre Megalosaurus. En realidad, el término dinosaurio no se acuñaría hasta casi dos décadas después cuando Richard Owen agrupó bajo esa denominación a los grandes reptiles del Mesozoico que comenzaban a aparecer en el registro fósil.

Megalosaurus era carnívoro y estaba en la cima de la cadena trófica, mientras que Iguanodon era fitófago, un comedor de plantas cuya especie se movía en manadas como si fuesen el ganado del Mesozoico. A diferencia del terópodo, eran las presas de los grandes depredadores.

El reportaje de National Geographic repasa la historia de Iguanodon en el siglo XIX, que se completó a finales del mismo cuando en una mina de carbón de Bernissart en Bélgica se hallaron multitud de fósiles de esta clase de ornitópodos. Eso permitió redefinir la especie alumbrada por Mantell con el nombre científico de Iguanodon bernissartensis.

Desde entonces muchos restos fósiles hallados en todo el mundo han querido emparentarse con este género intentando describir una especie nueva, pero no fue hasta hace diez años, fruto de las investigaciones de la Fundación Dinópolis, cuando se reconoció Iguanodon galvensis, hallada en Galve, como la única segunda especie de este género.

En estos diez años han sido muchos los hallazgos de la Fundación Dinópolis que han permitido ir completando el puzle de Iguanodon galvensis y asignar a esta especie otros restos de este ornitópodo encontrados en la provincia, como el de Aliaga que se exhibe en el Museo Aragonés de Paleontología. Al lado se pueden ver también los fósiles de los distintos ejemplares de la mina de arcilla de Galve, tanto adultos como crías, que permitieron la definición de la especie así como de una guardería, el lugar donde se protegía a los recién nacidos.

A esas investigaciones se han sumado en este tiempo importantes avances sobre la locomoción de estos grandes vertebrados mesozoicos a partir del estudio de los yacimientos de huellas que aparecen en la provincia, de los que se infiere su manera de caminar, el gregarismo y también cómo era su piel por las icnitas en forma de relleno que se encuentran y en las que quedaron impresas sus escamas.

National Geographic proyecta todo ese trabajo a través del seguimiento que ha hecho de la reconstrucción de un ejemplar de Iguanodon galvensis en el laboratorio y los talleres de la Fundación Dinópolis, para concluir que dos siglos después del hallazgo que dio pie a Gideon Mantell a definir el género Iguanodon, este dinosaurio está hoy “más vivo que nunca” gracias al rigor y al genio científico de los paleontólogos del Museo Aragonés de Paleontología.

Los ornitópodos nunca han sido ajenos a la provincia sino más bien todo lo contrario. Fue en 1872 cuando el naturalista valenciano Juan Vilanova i Piera describió dos huesos largos que atribuyó a Iguanodon. Uno de ellos fue hallado en Utrillas y el otro en Morella y se trata de las primeras descripciones de fósiles de dinosaurio en España.

Ya en el siglo XX, a principios de los años 60, el paleontólogo Albert Laparent publicó en la revista Teruel, del Instituto de Estudios Turolenses, algunos fósiles hallados en Galve por José María Herrero y que el científico francés atribuyó a Iguanodon.
 

El proceso de reconstrucción de ‘Iguanodon galvensis’ en la revista National Geographic


Ahora Teruel puede presumir de ser un referente de este tipo de dinosaurios porque los hallazgos se suceden y los avances en el conocimiento de este género son continuos.

El hallazgo en Cabra de Mora este año de los restos de Iguanodon más antiguos que se conocen en todo el mundo, añade un punto más a la proyección que la provincia tiene en estos momentos en cuanto a fósiles de ornitópodos se refiere. Estos restos, que corresponden a la especie galvensis, están datados en hace 127-125 millones de años, cuando Iguanodon bernissartensis es más moderno, de en torno a 123-120 millones de años.

En el artículo científico de la Fundación aparecido el mes pasada en la Rivista Italiana di Paleontologia e Stratigrafia se describieron nuevos fósiles de ornitópodos, la gran familia a la que pertenece Iguanodon, hallados tanto en Riodeva y Veguillas de la Sierra en la provincia de Teruel, como en Alpuente, en Valencia.

Más antiguos

La salvedad es que se trata de dinosaurios mucho más antiguos porque vivieron en el Jurásico Superior, hace 150 millones de años. En ese tiempo, los ornitópodos tenían ya una gran presencia en los que hoy son los territorios turolenses. En la investigación, llevada a cabo por paleontólogos de la Fundación Dinópolis y del Museo Paleontológico de Alpuente, este último en la Comunidad Valenciana, se recuerda que los fósiles de ornitópodos de esta edad son “relativamente escasos” y muy fragmentarios si se comparan con los de otros grupos de dinosaurios.

Los fósiles que revelan nueva información, aunque en dos provincias distintas, se hallaron en la Formación Villar del Arzobispo, y los materiales estudiados representan casi la mitad de los descubrimientos de ornitópodos en la región. Los materiales muestran la presencia de ornitópodos de pequeño tamaño junto a otros mucho más grandes, que se correspondería con animales del estilo de Oblitosaurus. Eso ha supuesto un aumento importante de la diversidad de este tipo de dinosaurios en esta parte de la península y, por extensión, en el resto.

Los de pequeño tamaño pudieron ser los productores de las huellas de ornitópodos cuadrúpedos pequeños halladas en diversos afloramientos de icnitas. En total se identifican dos taxones de pequeño tamaño y uno de gran tamaño, lo que apunta una diversidad de esta familia de dinosaurios que indicaría una división del nicho y una alta complejidad ecológica. Es tal la variedad de materiales aportados, que en el artículo científico se describen casi la mitad de todos los hallazgos conocidos hasta ahora en esta zona.

La presencia de los científicos de la Fundación en las Jornadas de la Sociedad Española de Paleontología celebradas en la provincia de Huelva han aportado nuevos hallazgos de ornitópodos, y sus pisadas, como un sacro inédito encontrado en Galve de la especie galvensis. Precisamente dos participantes en el congreso, Charlie Charmer e Iván Narváez, este último del Grupo de Biología Evolutiva de la Uned, destacaron en una aportación que dos siglos después de la descripción de Iguanodon, estos dinosaurios siguen manteniendo un “halo de misterio a su alrededor”. La provincia de Teruel está llamada a esclarecerlo como ya lo está haciendo con el rigor de sus reconstrucciones.

Arte científico, una herramienta para acercar el conocimiento a la sociedad

Uno de los puntos fuertes que tiene la Fundación Dinópolis, entre muchos de ellos, es el equipo multidisciplinar con que cuenta. Eso ha permitido la reconstrucción de numerosos dinosaurios a partir de las evidencias científicas que se tienen, que no solo son los fósiles de sus huellas sino también los afloramientos de icnitas, las pisadas dejadas por estos grandes vertebrados.

Eso ha llevado a esta institución científica turolense a especializarse en la reconstrucción escultórica de los dinosaurios como una herramienta fundamental para la divulgación científica.

Es de lo que trata el reportaje publicado por National Geographic este mes sobre Iguanodon y la última reconstrucción que ha hecho la Fundación Dinópolis de la especie galvensis.

En el congreso anual de la Sociedad Española de Paleontología, los paleontólogos y restauradores de la Fundación y Museo Aragonés de Paleontología, han llevado una aportación sobre el proceso de reconstrucción de estos animales, en concreto el penúltimo que han realizado del ornitópodo Oblitosaurus bunnueli. Una vez más, sentando cátedra en la paleontología desde Teruel.

El redactor recomienda